La seda es una fibra proteica natural con una estructura delicada que se puede dañar fácilmente con químicos agresivos, calor o fricción. Su tacto lujoso, brillo natural y transpirabilidad dependen de mantener su integridad.
Debido a su sensibilidad, un manejo delicado asegura que la seda conserve su suavidad, forma y durabilidad. El cuidado adecuado también previene decoloraciones, encogimientos y la degradación de fibras, permitiéndote disfrutar la belleza de la seda durante años.
Muchos productos de seda de alta calidad están certificados según estándares como OEKO-TEX® and GOTS (Global Organic Textile Standard), que garantizan que la tela se fabrica sin sustancias nocivas y bajo procesos sostenibles y responsables. Seguir prácticas de cuidado adecuadas ayuda a mantener estos estándares y prolonga la vida del tejido mientras apoya la responsabilidad ambiental.